El efecto TikTok y la locura por el video.
Todo está cambiando rápidamente, este es un análisis de lo que estamos viendo y lo que deberíamos ver pronto...
La locura ha sido total. Más de 1.000 millones de usuarios en el mundo. Más de 11 millones en Chile. Pero esto va más allá de las descargas. Del uso e importancia para entretener, enseñar y ayudar a descubrir productos y servicios. De lo importante que se ha convertido para más de una generación. TikTok ha revolucionado todo. De hecho, por eso Mark Zuckerberg y Meta intentan agregar funcionalidades a Instagram para seguir batallando.
Mientras eso ocurre, el punto es que el poder de TikTok radica en la influencia que está teniendo. En que logró cambiar las reglas del juego. Voy por parte…
1. TikTok nos sacó del modelo patentado por Facebook. Ahora dependemos menos en los seguidores que hemos amasado en el tiempo y más en la calidad del contenido.
Y este modelo está siendo copiado por Instagram (Reels) y Facebook (Reels también), además de Shorts en Youtube. Esta dependencia del poder del contenido por sobre otras variables, solo crea una loca carrera por generar videos cada vez más desafiantes y creativos.
2. Y esa loca carrera creativa termina por elevar la vara para todos.
Con muchos creadores (y aspirantes a serlo) generando contenido ATÓMICO solo sube y sube el nivel de exigencia y obliga a que todos (personas, marcas, celebrities, influencers y políticos) tengan que hacerlo cada vez mejor a la hora diseñar y producir contenido.
3. El efecto prometido de la viralidad por un contenido original debiese tender a ser menos frecuente que antes.
Ante la creciente oferta de contenidos en las distintas plataformas, la presión por destacar y seguir sorprendiendo desde el contenido debería ser cada vez más grande. Esto exigirá más creatividad y menos persecución de trends y al mismo tiempo más innovación desde lo audiovisual.
4. La preferencia por videos un poco más largos en TikTok
debiese traducirse en que creadores y marcas puedan mezclar y no solo tener videos cortitos y sí ir intercalando contenidos más largos, pero siempre manteniendo el ritmo narrativo que es propio de digital (el tono corporativo y las grandes introducciones duermen en el fondo del océano).