Hoy solo hablaremos de TikTok.
Hace rato superó los 1.000 millones de usuarios en el mundo y los 9 millones en Chile y es furor no solo en tiempo de uso sino que por la relevancia cultural que tiene (todos quien ser como TikTok, desde Shorts de Youtube hasta Instagram con sus Reels).
Pero es más que eso.
Si revisamos data global (ver gráfico abajo, cortesía de Scott Galloway), vemos que para los millennials y la generación Z, TikTok es más importante que la Televisión. Sí, que la televisión. Fin.
En Chile, el 48% de los Z en Chile invierte más de 4 horas al día a TikTok. El 65% de las personas en nuestro país comparte los TikToks vía WhatsApp. Además, la espontaneidad (53%), el humor (50%) y la viralidad de los contenidos (50%) son lo que más les gusta de TikTok a los chilenos. Aquí puedes revisar el estudio completo, hecho en Jelly, por cierto.
Pero esto va más allá.
“La falta de estética de TikTok promueve una informalidad percibida. Si Instagram es el influencer retocado, TikTok es el amigo con el que hablas basura al final del día” explica este artículo del LA Times que habla de la influencia de la red social china.
Y en esa misma onda, en TikTok hoy prospera otra tendencia que apunta a la estética deslavada (algo que seguramente empezará a invadir otras plataformas). Así lo relata El New York Times. “Los jóvenes se deleitan con la novedad de una apariencia antigua, promocionan cámaras digitales en TikTok y comparten las fotos que producen en Instagram. En TikTok, el hashtag #digitalcamera tiene 184 millones de views”.
Son 3 segundos para decidir si un contenido es bueno o no. Hay una mezcla de distintos tipos de estética pero la clave es una sola: entretener y ser cercanos. Es la forma en la que muchas personas, políticos y marcas debiesen intentar comunicar en estos tiempos. Fácil no es.