Modo nostalgia. Todo vuelve.
El poder de la nostalgia es tremendo. Si existiera la posibilidad de viajar en el tiempo, cerca del 55% de las personas volverían al pasado y solo el 28% elige ir al futuro. Y esto se vio impactado por la pandemia (el 54% afirma que veía sus antiguos programas de televisión favoritos).
En ese contexto, hay cosas que están pasando que apuntan al pasado. Y que me llaman la atención. Hay una mirada potente que gira en torno a la nostalgia y que solo aparenta estar creciendo. Evocar momentos mejores*. Vemos una cuenta que le da cámaras desechables a extraños para que almacenen sus carretes y evoquen ese pasado.
Vemos una locura por usar cámaras digitales, sofisticadas pero que evocan imágenes que parecen de fotografía análoga**.
Vemos marcas que sacan colecciones que apelan a colecciones ochentenas o noveleras y a artistas de antaño que parecen conectando con lo actual (Rick Astley por ejemplo).
En ese contexto, van a volver códigos antiguos.
Estilos a nivel de imagen que parecen planos de películas de Wong Kar-Wai y filtros de imágenes que solo quieren llevarte a bañar tus fotos (o videos) con estilos que las hagan ver más antiguas (y quizás por eso, más cercanas).
Esta es la oportunidad para marcas que quieran re lanzar productos y despertar, en sus audiencias, emociones que despertaron alguna vez en el pasado.
Ahora, se trata de conectar con la emoción pero siempre y cuando existan las credenciales (y ese pasado añorado desde la marca y sus consumidores) que haga que sea fácil y no forzado lanzar un viaje directo a la nostalgia.